Babaji
Nota: este dictado fue entregado el 10 de agosto de 2007 a través de Walter Javier Velásquez.
Pregunta: Amado Babaji. Hoy quedé un poco pensativo después de una charla con un amigo mío. El decía que podía quitarles el hambre a tres o cuatro personas, pero que eso no resolvería los problemas de fondo. Dijo que alimentar a algunas personas no acabaría con el gran problema social de la pobreza y la miseria. Él decía que lo que se necesitaba eran soluciones a nivel de la política. También dijo que de alguna manera al ayudar a las personas las hacemos dependientes y se frena su propio crecimiento espiritual y material. Creo que mi amigo puede tener razón en ciertos puntos y acudo a ti para que me clarifiques esto.
Respuesta de Babaji: Amado, déjame cederle la Palabra a mi hermana Teresa quien puede brindar mayor luz sobre este aspecto.
Madre Teresa:
Amado, yo misma me enfrenté a ese dilema cuando empecé mi labor en Calcuta. Durante toda mi vida recibí criticas de los diarios y de la televisión. Aquellos que se autoproclamaron mis enemigos hablaban terriblemente en contra de la labor que yo llevaba a cabo. Decían por ejemplo, que lo que yo hacia era sostener la pobreza, que no brindaba soluciones de fondo a la gente, que mi labor no estaba creando un mundo mejor, que todo era una excusa para evangelizar e inculcar la doctrina católica.
Bien, algunas de esas personas simplemente me criticaban porque desconocían los problemas de la gente. Para ellos el hambre era algo remoto que estaban lejos de experimentar en sus vidas. Yo quiero ser enteramente honesta, solucionarle el problema del hambre a tres o cuatro personas no va a sanar el hambre mundial, pero esas tres personas necesitan de ese plato de comida.
Si queréis saber hasta que punto Si vale la pena, entonces ofreceos a experimentar las condiciones de alojamiento y alimentación en las que viven los pobres de este mundo. Hacedlo únicamente por dos días. Una vez que conozcáis la sensación tan terrible que se siente el hambre entonces os daréis cuanta de que Si vale la pena. Tal vez millones seguirán sufriendo por comida, pero valdrá la pena por esos tres que ayudéis.
En toda situación de la vida hay dos clases de soluciones: hay una solución ideal y una solución practica. Muchas veces las soluciones ideales están lejos de cristalizarse por tanto hay que recurrir a la solución practica. La solución ideal para la pobreza seria que los políticos de este mundo se concientizaran verdaderamente de este problema y buscaran sanar la causa social de la misma. Eso requeriría un esfuerzo -no solo de la política- sino también de los industriales, religiosos y de la gente del común. Honestamente te digo: esta solución ideal está lejos de manifestarse.
Vosotros no podéis esperar a que el mundo arregle los problemas. Si queréis participar en la política para brindar soluciones de fondo, os invito a hacerlo. Pero mientras eso sucede seguirán las personas sufriendo por hambre y enfermedad. Yo no era política, mi Llama no tenía ese matiz, por lo tanto me alejé de la solución ideal y me lancé a llevar a cabo la solución más práctica posible que yo podía dar en ese momento. Sin embargo eso también tenía –sin que yo lo advirtiera- un tinte político. Algunas personas que servían en los gobiernos vieron mi labor y decidieron hacer algo más por los pobres de sus naciones. Lamentablemente fueron muy pocos los que obraron de esa manera.
Vosotros no tenéis la responsabilidad de sanar solos la situación de la pobreza en el mundo. Sin embargo –os digo seriamente- tenéis la responsabilidad de ayudar de alguna manera a las personas que están cerca de vosotros. Si vais a esperar a que podáis ofrecer la solución ideal a los problemas, perderéis tiempo. Mientras esa solución ideal se cristaliza podéis ir ayudando de alguna manera a aquellos que lo necesitan. O, ¿Es que vais a responder como respondió Caín?: “¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?” (Génesis 4,9) Pues bien, ¡Si sois el guardián de vuestro hermano! Otra cosa es que no queráis aceptar ese papel.
La segunda parte de tu pregunta dice:
“También dijo que de alguna manera al ayudar a las personas las hacemos dependientes y se frena su propio crecimiento espiritual y material”.
Respuesta de Madre Teresa: Yo no animo a nadie a que cree situaciones donde se genere dependencia de este tipo. El proceso de Dar Amor Incondicional requiere de sabiduría y discernimiento. Es necesario asesorase de aquellos que tiene experiencia en el servicio. De esa manera podréis tener una visión más amplia de la situación. Lo importante es empezar con algo. Poco a poco iréis aprendiendo de los errores y haciendo los ajustes necesarios sobre la marcha.
Hay personas a las que se les puede ayudar a desarrollar sus talentos para buscar su propia forma de subsistencia y mantenimiento. Sin embargo hay algunos que por sus incapacidades físicas o mentales seria más difícil ayudarles a ser totalmente independientes. Por ejemplo: un niño o un anciano muy enfermo necesitan toda la atención en lugar de ponerlos a trabajar. No podríais sugerir que estas personas se les haga trabajar, dado que en la mayoría de los casos, seria inconveniente.
En esos casos especiales lo que ellos necesitan es alimentación espiritual y material. Hablarles sobre su dignidad e identidad divinas al tiempo que alimentáis sus estómagos. También necesitan ser escuchados, participar de ciertas actividades que mejoren su calidad de vida y una buena formación en valores y principios de vida.
Pregunta: Amada Madre, un amigo decía que es mejor equivocarse al Dar que pecar por egoísta. ¿Querrías hablar acerca de esta frase?
Respuesta de Madre Teresa: dar amor no es fácil. Generalmente se cometen muchos errores, especialmente al principio, lo importante es estar dispuestos a aprender de ellos y mejorar gradualmente a medida que avanzáis. Lo que Dios mide en vosotros es el amor que ponéis en las cosas que hacéis. Tu amigo tiene razón, si vais a equivocaros que sea por Dar y no por omitir. Lo ideal es equilibrar este trabajo con las Llamas de la Sabiduría y el Poder. De esa manera podréis desarrollar un tipo de servicio muy eficiente mediante el cual podréis ofrecer un Amor funcional.
Os sello en mi amor servicial y os invito a ser Uno(a) conmigo en medio de vuestras actividades diarias. Dejadme entrar en vuestro corazón y yo os enseñaré lo que es el Amor. Un amor que no conoce fronteras ni condicionamientos de ninguna clase. Un Amor que corrige, que enseña, que se deleita aprendiendo cada día. Un Amor que goza en Dar y a la vez sufre por aquellos que no tienen nada, excepto su propio egoísmo. Un Amor que se trasciende a si mismo cada día y que busca estrategias para hacerse más práctico, más verdadero, más honesto.
Esa es la clase de Amor que estoy enseñando en mi retiro espiritual. Dicho lugar está anclado sobre uno de los barrios más pobres de Calcuta. Os invito para que vengáis a aprender la esencia del Amor práctico y trascendente. En mi retiro os llevaré a conocer el dolor y al mismo tiempo os mostraré la gloria del amor. Podréis venir para que veáis los registros de vuestra vida, para que conozcáis los momentos en que fuisteis egoístas pudiendo dar más de ese Amor que hay en vosotros. Os mostraré cómo poner esa pizca de Amor en cada una de vuestras actividades cotidianas.
Amad, amad, amad hasta que duela, hasta que el mismo amor carcoma la medula de vuestro egoísmo y ya no podáis retener más esa llama Divina que Sois. Si no podéis ver a Cristo en cada persona que se os cruza en el camino, estáis en un serio problema. Interiorizad más esa llama Crística del Amor y reconocedla en cada rostro. Solo así me podréis conocer a mí, solo a si podréis conocer a Dios. A ese Dios que no es mezquino, ese Dios que se da a si mismo para la gloria de este universo.
Un beso cariñoso y un abrazo sincero.
Yo Soy vuestra Madre Teresa.
Nota: este dictado fue entregado el 10 de agosto de 2007 a través de Walter Javier Velásquez.
Pregunta: Amado Babaji. Hoy quedé un poco pensativo después de una charla con un amigo mío. El decía que podía quitarles el hambre a tres o cuatro personas, pero que eso no resolvería los problemas de fondo. Dijo que alimentar a algunas personas no acabaría con el gran problema social de la pobreza y la miseria. Él decía que lo que se necesitaba eran soluciones a nivel de la política. También dijo que de alguna manera al ayudar a las personas las hacemos dependientes y se frena su propio crecimiento espiritual y material. Creo que mi amigo puede tener razón en ciertos puntos y acudo a ti para que me clarifiques esto.
Respuesta de Babaji: Amado, déjame cederle la Palabra a mi hermana Teresa quien puede brindar mayor luz sobre este aspecto.
Madre Teresa:
Amado, yo misma me enfrenté a ese dilema cuando empecé mi labor en Calcuta. Durante toda mi vida recibí criticas de los diarios y de la televisión. Aquellos que se autoproclamaron mis enemigos hablaban terriblemente en contra de la labor que yo llevaba a cabo. Decían por ejemplo, que lo que yo hacia era sostener la pobreza, que no brindaba soluciones de fondo a la gente, que mi labor no estaba creando un mundo mejor, que todo era una excusa para evangelizar e inculcar la doctrina católica.
Bien, algunas de esas personas simplemente me criticaban porque desconocían los problemas de la gente. Para ellos el hambre era algo remoto que estaban lejos de experimentar en sus vidas. Yo quiero ser enteramente honesta, solucionarle el problema del hambre a tres o cuatro personas no va a sanar el hambre mundial, pero esas tres personas necesitan de ese plato de comida.
Si queréis saber hasta que punto Si vale la pena, entonces ofreceos a experimentar las condiciones de alojamiento y alimentación en las que viven los pobres de este mundo. Hacedlo únicamente por dos días. Una vez que conozcáis la sensación tan terrible que se siente el hambre entonces os daréis cuanta de que Si vale la pena. Tal vez millones seguirán sufriendo por comida, pero valdrá la pena por esos tres que ayudéis.
En toda situación de la vida hay dos clases de soluciones: hay una solución ideal y una solución practica. Muchas veces las soluciones ideales están lejos de cristalizarse por tanto hay que recurrir a la solución practica. La solución ideal para la pobreza seria que los políticos de este mundo se concientizaran verdaderamente de este problema y buscaran sanar la causa social de la misma. Eso requeriría un esfuerzo -no solo de la política- sino también de los industriales, religiosos y de la gente del común. Honestamente te digo: esta solución ideal está lejos de manifestarse.
Vosotros no podéis esperar a que el mundo arregle los problemas. Si queréis participar en la política para brindar soluciones de fondo, os invito a hacerlo. Pero mientras eso sucede seguirán las personas sufriendo por hambre y enfermedad. Yo no era política, mi Llama no tenía ese matiz, por lo tanto me alejé de la solución ideal y me lancé a llevar a cabo la solución más práctica posible que yo podía dar en ese momento. Sin embargo eso también tenía –sin que yo lo advirtiera- un tinte político. Algunas personas que servían en los gobiernos vieron mi labor y decidieron hacer algo más por los pobres de sus naciones. Lamentablemente fueron muy pocos los que obraron de esa manera.
Vosotros no tenéis la responsabilidad de sanar solos la situación de la pobreza en el mundo. Sin embargo –os digo seriamente- tenéis la responsabilidad de ayudar de alguna manera a las personas que están cerca de vosotros. Si vais a esperar a que podáis ofrecer la solución ideal a los problemas, perderéis tiempo. Mientras esa solución ideal se cristaliza podéis ir ayudando de alguna manera a aquellos que lo necesitan. O, ¿Es que vais a responder como respondió Caín?: “¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?” (Génesis 4,9) Pues bien, ¡Si sois el guardián de vuestro hermano! Otra cosa es que no queráis aceptar ese papel.
La segunda parte de tu pregunta dice:
“También dijo que de alguna manera al ayudar a las personas las hacemos dependientes y se frena su propio crecimiento espiritual y material”.
Respuesta de Madre Teresa: Yo no animo a nadie a que cree situaciones donde se genere dependencia de este tipo. El proceso de Dar Amor Incondicional requiere de sabiduría y discernimiento. Es necesario asesorase de aquellos que tiene experiencia en el servicio. De esa manera podréis tener una visión más amplia de la situación. Lo importante es empezar con algo. Poco a poco iréis aprendiendo de los errores y haciendo los ajustes necesarios sobre la marcha.
Hay personas a las que se les puede ayudar a desarrollar sus talentos para buscar su propia forma de subsistencia y mantenimiento. Sin embargo hay algunos que por sus incapacidades físicas o mentales seria más difícil ayudarles a ser totalmente independientes. Por ejemplo: un niño o un anciano muy enfermo necesitan toda la atención en lugar de ponerlos a trabajar. No podríais sugerir que estas personas se les haga trabajar, dado que en la mayoría de los casos, seria inconveniente.
En esos casos especiales lo que ellos necesitan es alimentación espiritual y material. Hablarles sobre su dignidad e identidad divinas al tiempo que alimentáis sus estómagos. También necesitan ser escuchados, participar de ciertas actividades que mejoren su calidad de vida y una buena formación en valores y principios de vida.
Pregunta: Amada Madre, un amigo decía que es mejor equivocarse al Dar que pecar por egoísta. ¿Querrías hablar acerca de esta frase?
Respuesta de Madre Teresa: dar amor no es fácil. Generalmente se cometen muchos errores, especialmente al principio, lo importante es estar dispuestos a aprender de ellos y mejorar gradualmente a medida que avanzáis. Lo que Dios mide en vosotros es el amor que ponéis en las cosas que hacéis. Tu amigo tiene razón, si vais a equivocaros que sea por Dar y no por omitir. Lo ideal es equilibrar este trabajo con las Llamas de la Sabiduría y el Poder. De esa manera podréis desarrollar un tipo de servicio muy eficiente mediante el cual podréis ofrecer un Amor funcional.
Os sello en mi amor servicial y os invito a ser Uno(a) conmigo en medio de vuestras actividades diarias. Dejadme entrar en vuestro corazón y yo os enseñaré lo que es el Amor. Un amor que no conoce fronteras ni condicionamientos de ninguna clase. Un Amor que corrige, que enseña, que se deleita aprendiendo cada día. Un Amor que goza en Dar y a la vez sufre por aquellos que no tienen nada, excepto su propio egoísmo. Un Amor que se trasciende a si mismo cada día y que busca estrategias para hacerse más práctico, más verdadero, más honesto.
Esa es la clase de Amor que estoy enseñando en mi retiro espiritual. Dicho lugar está anclado sobre uno de los barrios más pobres de Calcuta. Os invito para que vengáis a aprender la esencia del Amor práctico y trascendente. En mi retiro os llevaré a conocer el dolor y al mismo tiempo os mostraré la gloria del amor. Podréis venir para que veáis los registros de vuestra vida, para que conozcáis los momentos en que fuisteis egoístas pudiendo dar más de ese Amor que hay en vosotros. Os mostraré cómo poner esa pizca de Amor en cada una de vuestras actividades cotidianas.
Amad, amad, amad hasta que duela, hasta que el mismo amor carcoma la medula de vuestro egoísmo y ya no podáis retener más esa llama Divina que Sois. Si no podéis ver a Cristo en cada persona que se os cruza en el camino, estáis en un serio problema. Interiorizad más esa llama Crística del Amor y reconocedla en cada rostro. Solo así me podréis conocer a mí, solo a si podréis conocer a Dios. A ese Dios que no es mezquino, ese Dios que se da a si mismo para la gloria de este universo.
Un beso cariñoso y un abrazo sincero.
Yo Soy vuestra Madre Teresa.
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